III JORNADAS NACIONALES
SEGLARES CATÓLICOS ESPAÑOLES para la RECONQUISTA de la UNIDAD CATÓLICA
Zaragoza, 8, 9 y 10 de Mayo de 1992
La mole de granito de El Escorial simboliza la firmeza de nuestra decisión de reestablecer la Unidad Católica
Tema central: "Unidad Católica"
PROGRAMA
LAS III JORNADAS DE SEGLARES CATOLICOS DE ESPAÑA
Las de este año se han celebrado en Zaragoza los días 8, 9 y10 de mayo
con la parte puramente religiosa a los pies de la Virgen del Pilar y las
conferencias y los contactos en la Casa de la Acción Católica. Estas Uniones de
Seglares trabajan en la reconquista de la Unidad Católica de España, y dentro de
este marco general eligieron para las Jornadas de 1992 el tema más concreto de
«La lucha contra las religiones falsas». Porque la Unidad Católica no comprende
solamente la confesionalidad del Estado, sino además la reducción de las
actividades de las religiones falsas al ámbito privado, con exclusión de
manifestaciones públicas, a tenor de la primitiva redacción del Artículo 6º del
Fuero de los Españoles, aprobada y tantos años respaldada por la Iglesia.
Inicialmente se redactó el borrador de la convocatoria con el título «La
lucha contra las sectas». Pero, por aquellos días, la Universidad Pública de
Navarra, artefacto político inútil sin más justificación que hostigar a la ya
más que suficiente Universidad del Opus Dei, organizó unas reuniones sobre las
sectas, en las que éstas se estudiaban como un fenómeno meramente sociológico,
con absoluta -esencial- despreocupación por la salvación de las almas; no -eran
en esto originales, sino un caso más en una lista larga y creciente de
actividades con enfoques análogos, nacionales y extranjeros. El equipo de la
revista Siempre P'alante, de Pamplona, portavoz de aquellos ideales de
reconquista de la Unidad Católica, entendió entonces claramente lo que está
sucediendo, a saber: que la magnitud sociológica de la aparición de sectas ha
alcanzado un nivel tal, que ha permitido y aun llamado a que se estudien desde
puntos de vista no religiosos, en contraste competitivo con los primitivos,
exclusivamente religiosos.
Había, pues, que reconducir el tema al planteamiento básicamente
religioso, que, además de ser en sí el principal, es el que nos interesa a
nosotros. Y mantener en el futuro, a cualquier precio, la distinción clara entre
los sociólogos y psicólogos ateos, y los religiosos y apóstoles. Con ese fin se
sustituyó la palabra «secta» por las de «religiones falsas», mucho más
expresivas. Esa denominación se recogió en las Conclusiones de las
Jornadas, para utilizarla en el futuro con plena conciencia del alcance que se
le quiso dar. Y refleja muy bien al ambiente general de estas reuniones y
convivencias de Zaragoza, mejor que la recensión de las conferencias y
resúmenes. (Alguien con el mismo espíritu propuso el término de «religiones de
perdición»).
Hubo, pues, un ambiente claro y agresivo, original y sano. Contribuyeron
a él, además de lo dicho, algunos cantos populares litúrgicos en los actos de
culto celebrados en la Basílica del Pilar, y el canto brioso, a paso de carga, al término del acto
final, del himno de los Jóvenes de Acción Católica, que fue popular e hizo mucho
bien en los años cuarenta. Y, además, una idea expuesta en una de las ponencias de la mañana del sábado y luego
muy repetida: que la recogida de información es necesaria, pero no suficiente;
es solamente un medio al servicio del fin, que para los allí reunidos era la
destrucción del enemigo, de las religiones falsas, o de perdición. Después de
tener la información, hay que saber seguir, hay que utilizarla y no quedarse
parados en ella regodeándose en la satisfacción de una curiosidad sin
trascendencia. En cambio, en ese otro género distinto, antes señalado de
estudios rio religiosos, la recogida de información es el único fin, porque no
hay otro. Es una distinción más para sostener la clasificación dicha, tan
necesaria.
Después de unas palabras de bienvenida de don José Luis Aguirre, de la
Unión Seglar de Valencia, don Luis Lavaur, de Madrid, inició la serie de
conferencias con una suya, verdaderamente magistral, con el título
valleinclanesco de «Farsa y licenciade la maurofilia española». Una exposición
clara, sencilla y ordenada de la historia de varias corrientes de pensamiento,
le llevó a una conclusión original, luminosa y- valiente, que es necesario
divulgar más: la maurofilia española, el amor a lo árabe y su exaltaci6n, lleva
en España una importante carga de hostilidad a la Iglesia. La conferencia, · siguiente, de nuestro amigo don Luís
María Sandoval, ya en la mañana del sábado, versó también sobre el Islam, del
que hizo un estudio completo en lo histórico y filosófico. Los asistentes
agradecieron mucho estas dos conferencias sobre el Islam porque traían, desde
procedencias diversas, una gran preocupación por el tema. Más que por los
gnósticos, que con ser igualmente importantes y más peligrosos, son menos
conocidos y necesitan una mayor denuncia operativa ante el pueblo
católico español.
Estos dos primeros conferenciantes _pertenecientes a la Ciudad Católica,
de Madrid, y la misma pertenencia de otros varios, nos invitan a señalar cómo
ésta cumple calladamente su misión fundacional de ser intendencia y arsenal de
otras. actividades culturales ajenas que le solicitan conferenciantes y
documentación.
La conferencia anunciada del R. P. Juan Antonio Cervera, franciscano y
periodista conocido desde hace largos. años en toda España, fue leída por otra
persona por no haber podido llegar a tiempo. Su título era «Religiones falsas y
gobierno mundial» ; su contenido, un interesante reportaje muy documentado, del
estilo de los que forman su libro, clásico, La red del Poder. Por cierto, que
hubo varios stands de venta de libros y folletos, a cargo de la Unión Seglar de
Nuestra Señora de los Desamparados, de Valencia, del Movimiento Católico
Español, y de la Sociedad Cultural Covadonga, T.F.P. Esta benemérita asociación
tiene una buena infraestructura en Zaragoza, que facilitó notablemente la
organización de las Jornadas, con buen éxito. Además, destacó uno de sus más
prestigiosos miembros para disertar sobre «Invasiones y quinta columna de las
religiones falsas». Fue una denuncia, caracterizada como todas las de esta
organización por la sagacidad y la precocidad, del hecho de que con estos
inmigrantes pobres y dignos de misericordia que están entrando; de variadísimas
procedencias, en España y en Europa, entran también, clandestinamente agentes y
medios pata el establecimiento de infraestructuras de religiones falsas.
Los temas se entrelazaban en las conversaciones de los pasillos, en los
descansos y en las comidas. Hemos señalado. el diverso conocimiento del Islam y
de los gnósticos. Los asistentes venían muy interesados por el alcance del
supergobierno mundial, del que se ocupó el escrito del P. Cervera, y luego, al final,
don Rafael Gambra. Se están. desinflando. muchas ilusiones europeizantes y
despunta una resistencia social, guerrillera, a las agencias y actividades
mundialistas.
Don Carlos de Meer inició su conferencia haciendo notar que los enemigos
de España coinciden con los de la Iglesia. Como motor común señaló al judaísmo
que a partir de la transición del Antiguo al Nuevo Testamento da lugar a
multitud de organizaciones anticristianas inspiradas en el Talmud. El mismo
Islam, que ahora tanto preocupa, fue un producto judío, En nuestros días el
movimiento intelectual que domina a las sociedades occidentales es el
«racionalismo iluminista» que coloca a la razón como único criterio de verdad
con exclusión de la Revelación; surgen de él dos escuelas políticas, el
liberalismo y el socialismo; se encuentran vestigios suyos en movimientos de tipo masónico
relacionados con el mundo de las finanzas.
Don Manuel de Santa Cruz explicó en su tumo que nada más natural que
convocar a la lucha contra las religiones falsas, porque la Iglesia siempre lo
ha hecho. Hasta la Revolución francesa el paradigma de esa. actitud fue la
Inquisición; después, y hasta el Concilio Vaticano II, la Inquisición es
sustituida por Sodalicios y otras organizaciones secretas dirigidas por
eclesiásticos con el mismo fin. La época conciliar marca un hito que introduce
tres novedades: la libertad religiosa, que sitúa a las religiones falsas en la
misma situación jurídica que la religión verdadera; el ecumenismo, que se
desliza a alternar públicamente con las religiones falsas como si fueran buenas
y estimables, y en tercer lugar, la paralización y sabotaje de las propias
organizaciones defensoras de la Fe.
Las nuevas organizaciones contra las religiones falsas que hay que crear
deben ser pequeñas, independientes, aunque con tendencia federativa, y de mandos
seglares colegiados, para estar a salvo de nuevos sabotajes y traiciones
internas. Tenemos que defender a la Iglesia «por lo civil».
Don Rafael Gambra repasó algunas incidencias de las religiones falsas en
la sociedad actual. Señaló la presencia de boinas rojas en París en 1989, en los
actos de réplica al Segundo. Centenario de la Revolución francesa; los devotos
de ésta han presentado a las religiones como fenómenos culturales. Menéndez
Pelayo fustigaba la supuesta virtud de la tolerancia que en los cristianos debe
ser sustituida-por el amor al prójimo cuyo mayor exponente es trabajar en su
conversión. La diferencia entre religiones se ha difuminado en la Declaración
Conciliar Nostra Aetate, que considera a todas las religiones como respetables y
medíos de santificación, lo cual deriva a las Misiones hacia actividades
benéficas.
Don José Luis Fernández Ortiz, de la Unión Seglar Navarra, dio la octava
y última conferencia en la mañana del domingo, titulada, «Sectas y sectarios».
El presidente nacional, don Julián Gil de Sagredo, pronunció unas últimas palabras de resumen,
aliento y despedida.
Algún periódico de Zaragoza hizo una breve referencia a estas Jornadas e
informó que entre sus conclusiones figura una protesta y condenas de Ios
recientes Acuerdos del Estado español con los judíos, musulmanes y protestantes.
Es la única reacción que conocemos nosotros contra dichos Acuerdos.
No faltó una anécdota. Después de cenar, muchos asistentes a estas
Jornadas salieron a dar una vuelta, con tiempo magnífico, y contemplar la
basílica del Pilar iluminada. Al regresar a dormir al hotel, el conserje de
noche les entregaba, ceremoniosamente, con la llave de la habitación, una Biblia
. . . ¡protestante! Esto pudo haber dado pie a unas clases prácticas, pero ya no
quedaba tiempo ni se había previsto. ]. ULIBARRI.
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